NUESTRA ESENCIA HUMANA ESTA EN PELIGRO
Existe un mundo que se hace más complejo a medida que pasa
el tiempo, hemos llegado tan lejos que los corazones se están enfriando a un
nivel bastante acelerado, esto ocurre debido a la difícil situación que
afrontan muchas personas en el mundo, la sobrepoblación humana y sus múltiples
consecuencias negativas, la falta de oportunidades, la poca capacidad de los
gobiernos para solventar la demanda mundial de comida y de garantizar mejores
formas de vida a través de sus políticas de estado, el cambio climático, la
corrupción etc., estos fenómenos que ocurren en pleno siglo XXI nos llevan a
pensar que la ley de la supervivencia hace que cada quien pretenda lograr las
cosas a como dé lugar, creando un caos social que en la mayor parte de los casos
motiva a las personas a actuar sin medir consecuencia alguna, pensando solo en
el bien individual o en su pequeño círculo familiar, pero ¿y que hay de lo
colectivo, de la sociedad, de la responsabilidad que tenemos todos como
individuos sociales de construir un mundo mejor, o al menos minimizar su
acabose? Es claro entender que los factores a los que estamos expuestos nos
quieren obligar a desligarnos de nuestra propia identidad, debemos tener en cuenta
de que a pesar de todo esto que ocurre frente a los ojos de nuestra Razón, jamás
podemos dejar de lado nuestra bondad, que pertenece a nuestra raíz pura, que está
inmersa en cada ser humano desde muy niños, ese sentimiento altruista de ayudar
al otro cuando sea necesario, de brindar amor a la humanidad y a su
biodiversidad en toda su dimensión. Es a esto a lo que debemos apostarle como
la raza del siglo XXI que somos, a no permitir que nuestros corazones se
vuelvan piedra que hieran o sean indiferentes a todo lo que pasa a nuestro
alrededor, teniendo conciencia siempre que somos el único ser vivo pensante en
el mundo, con la inteligencia y capacidad de administrar nuestros propios
recursos físicos, intelectuales, espirituales y naturales, estas
características nos hacen superiores frente a los animales, es por eso que Dios
nos dio la responsabilidad de conservar nuestro planeta tierra, para el bien de
todas y todos sus habitantes, somos nosotros los arquitectos de nuestra propia
vida, somos nosotros los que podemos hacer la diferencia en un mundo
globalizado, que cada día arremete contra nuestra verdadera naturaleza,
vendiéndonos una idea errónea del mundo, cambiando nuestro verdadero objetivo
de servicio y amor a los demás. No es imposible permanecer de pie, cuando en
verdad la lucha por un mejor bienestar mundial la hacemos con amor, ese mismo
amor que debe contagiar a toda la humanidad, borrando la indiferencia de
nuestra conciencia. Transformemos el mundo de una forma positiva, está en
nuestras manos hacerlo, solo debemos cambiar la forma de pensar en la
actualidad y volver a aquellas épocas de antaño que fueron acciones recurrentes
de amor al mundo, a las personas, a los animales, a la naturaleza, un amor tan
profundo en todo su esplendor que manifiesta la clara y hermosa sensación que
habita en nuestros corazones desde el primer día que llegamos en este planeta,
no perdamos nuestra esencia, mantengámosla presente, por los siglos de los
siglos.
Autor Pedro Ariel Serpa
Síguenos en Facebook AQUÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario